jueves, 4 de marzo de 2010

IMAGEN Y RELACIONES PÚBLICAS

La imagen es una percepción que genera capital de valor en los públicos de interés. Y para producir la adecuada aceptación se deben manejar varios detalles en un candidato presidencial. Por ejemplo la coherencia, una identidad, comportamiento y discurso.
Esto va a servir para que el candidato de alguna manera blinde su imagen, es decir, se protege de los posibles competidores a la vez que provoca una respuesta esperada o no. Una respuesta puede ser el inconformismo con lo que el público está viendo (imagen candidato), o una satisfacción con lo que el candidato quiso proyectar.
Para conocer más a fondo la respuesta, ya sea esperada o no, se deben de evaluar los estímulos verbales y no verbales que el candidato hizo durante tu campaña. Es decir, hacer un diagnóstico de sus fortalezas, debilidades, oportunidades y riesgos.
Si alguno de estos no tuvo el impacto esperado se debe cambiar para mejorar y así tener la aceptación esperada. También se deben de analizar la misión, visión y valores y junto con esto el eje rector de la comunicación que responde a las preguntas ¿quién soy?, ¿qué hago?, ¿cómo lo hago?
Son unas preguntas que a simple vista se ven como algo fácil, pero la importancia de responderlas bien hará diferencia en el impacto de la gente. Ya que estas nos llevarán a crear una identidad, que es la base del candidato, a partir de ella se deben manejar los estímulos verbales y no verbales que pueden ser los discursos y la forma de llevarlos, así como la vestimenta, la postura y la forma de moverse.
Dentro de este punto está también la comunicación, la columna vertebral del proyecto. En base a ella se segmenta al público que se quiere captar y a partir de ahí se elaboran los mensajes clave.
Y por último están los medios de comunicación que son los abridores de puertas en la población segmentada y la no segmentada. A través de ellos se va a dar a conocer el proyecto y el mensaje: el candidato. La forma en que se maneje la información creará una imagen en las personas y a su vez una respuesta.
Por otra parte están las relaciones públicas que manejan el mensaje y el proyecto de una manera más sofisticada, se van directo a los grupos de interés. Donde crean, fortalecen y protegen la imagen, al tiempo que crean una reputación del mismo.
Comúnmente son confundidos con organización de eventos, “socialitos”, control de los medios de comunicación, etc. Pero en realidad se encargan de la actividad ordenada de comunicar de manera consistente y coherente con las audiencias de una empresa, institución o persona. Gracias a esto responden a un orden estratégico de posicionamiento, ya sea de marca o de imagen.
En general, se encargan de generar credibilidad, confianza y reputación a largo plazo.

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