Si se pretende conocer los escenarios a los que nos llevará el cine en el futuro, no está de más ver Avatar, una película que desde su gestación, se adelantó a su tiempo y tuvo que esperar a que éste se le emparejara para ser realizada.
Se ha dicho que el cine tiene la propiedad de crear mundos, esta frase cobra sentido como nunca lo había hecho antes ante la visión de de Pandora, un planeta de épicos paisajes, lleno de color y formas extravagantes; en él la flora y fauna son más que simples testigos de la vida de sus habitantes.
En Pandora, aquello que está vivo se manifiesta como un todo, se trata de una red en la que lo vital es estar conectado con el entorno. La verdadera magia está en que ese mundo extraño logra ser, por poco más de dos horas, un lugar posible y verosímil.
La película triunfa en su cometido de proponer, mas no imponer una realidad alterna que envuelve e invita, el espectador se deja llevar por ella sin reservas.
En cuanto a animación es una película que no tiene competidor. Una vez comentaba con una amiga sobre la cinta y me dijo “te guste o no Avatar hace que tu percepción cambie, porque dejas de ver la pantalla y el mundo se ve feo”.
Ésta fantasía hace que nos creamos que somos parte de ese todo pues la imágenes y el mensaje no se nos olvidarán por algún tiempo.
También es importante destacar que el director James Cameron se superó a sí mismo, logrando romper el récord más taquillero de la historia: Titanic.
Por último, si eres de las personas que no la han visto, deberías de ponerla en tu lista. Ya que nunca olvidarás la experiencia visual que te proyecta.
Se ha dicho que el cine tiene la propiedad de crear mundos, esta frase cobra sentido como nunca lo había hecho antes ante la visión de de Pandora, un planeta de épicos paisajes, lleno de color y formas extravagantes; en él la flora y fauna son más que simples testigos de la vida de sus habitantes.
En Pandora, aquello que está vivo se manifiesta como un todo, se trata de una red en la que lo vital es estar conectado con el entorno. La verdadera magia está en que ese mundo extraño logra ser, por poco más de dos horas, un lugar posible y verosímil.
La película triunfa en su cometido de proponer, mas no imponer una realidad alterna que envuelve e invita, el espectador se deja llevar por ella sin reservas.
En cuanto a animación es una película que no tiene competidor. Una vez comentaba con una amiga sobre la cinta y me dijo “te guste o no Avatar hace que tu percepción cambie, porque dejas de ver la pantalla y el mundo se ve feo”.
Ésta fantasía hace que nos creamos que somos parte de ese todo pues la imágenes y el mensaje no se nos olvidarán por algún tiempo.
También es importante destacar que el director James Cameron se superó a sí mismo, logrando romper el récord más taquillero de la historia: Titanic.
Por último, si eres de las personas que no la han visto, deberías de ponerla en tu lista. Ya que nunca olvidarás la experiencia visual que te proyecta.
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