sábado, 27 de febrero de 2010

Táctica y estrategia: ensayo - Gaby Lemionet

Táctica y estrategia

Si mi novio hubiera sido un poco más como Mario Benedetti y menos como Aristóteles (quien dijo que “la hembra es hembra en virtud de cierta falta de cualidades”), talvez no hubiéramos terminado. Y es que ¿qué mujer no sueña con un Benedetti? Todas queremos un hombre así. O al menos yo…

Que le importe saber de qué me río, que se pregunte por qué no hay más viajes a la luna o que le importe analizar qué les queda a los jóvenes. Que me lleve a la izquierda del roble. Alguien. Que me dé amor de tarde. Y hasta que defienda la alegría. Todo esto desde el mar. Que asegure que el Sur también existe. Un hombre que mire el cielo, el techo, la luna y la tierra. Que me quiera. Que tenga una táctica y una estrategia.

Hablemos pues del último poema mencionado. Táctica y estrategia. Ya derrame suficiente miel y este poema puede ser analizado desde varios ángulos; no sólo desde el lado amoroso. Así que, ya que estamos estudiando gestión estratégica de la comunicación y no literatura, apliquemos la poesía a la materia (además da la casualidad que esto lo podemos hacer perfectamente).

La estrategia. Tenemos un punto de partida; persuadir a un cierto público para que tome decisiones y para esto contamos con una estrategia; que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites. Aquí la estrategia del poeta cumple con los principios básicos; disciplina, enfoque, definición, repetición creativa y control de la agenda. Esta es una estrategia que juega con la anticipación yendo más allá del contexto y de la coyuntura. Al redactar el poema, Benedetti escribió la historia de su vida, que estaba por narrarse. Claro, esto no lo sabemos simplemente con el poema, sino porque se casó a los 26 años con Luz López Alegre y permanecieron unidos hasta que desgraciadamente esta última murió a causa del Alzheimer en el 2006…. En fin, el punto es que la estrategia es clara, contundente (sin dejar de ser romántica y poética) y se sale del esquema; no es ni institucional, ni organizacional, ni política, ni de relaciones públicas, ni social y mucho menos de mercadotecnia aunque al mismo tiempo, como previamente lo mencionamos, si vemos el poema desde otro ángulo puede responder a cualquiera de estos géneros.

Para llevarla a cabo y alcanzar su objetivo, Mario Benedetti se propone una táctica; .mirarte, hablarte, quedarme en ti y ser franco. Aquí primeramente tengo que volver a recalcar: ¡¿qué mujer no sueña con esto?! En fin, en términos de gestión, vemos que dentro de la misma táctica se reflejan la misión y la visión del autor. ¿Cómo hacer para que algún día, por fin me necesites? Mirándote, hablándote, quedándome en ti y siendo franco. Si traducimos la táctica de Benedetti en términos de la comunicación, vemos como hay un enorme paralelismo; podemos comparar el habla con la misma comunicación, el “quedarse en ti” con el posicionamiento del mensaje y el “siendo franco” con la claridad y contundencia que tiene que tener el mensaje que queremos transmitir.

Finalmente, sólo me falta por decir que éste me pareció un poema muy rico. Lo podemos analizar desde varios ángulos y exprimirle mil detalles. Lo que más me gustó fue cómo le dio la vuelta a la táctica y la estrategia; estos son términos que nos pueden parecer de cierta forma militares y aquí se vuelven parte de un excelente poema romántico.

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