Táctica y estrategia. Un par de palabras que muchos deciden no usar, pero que sin duda alguna es parte de todos nosotros, la consciencia jugará en este caso un papel de suma importancia ya que es a través de ésta que decidimos no tener nada que ver con dos vocablos tan fuertes, tan llenos de consecuencias que a veces decidimos jugar nuestras propias cartas. Y la verdad es que siempre es así, hacemos lo que se nos venga en gana, lo interesante de todo esto no es el supuesto libre albedrío que creemos tener, si no que inconscientemente todos y cada uno de nosotros somos víctimas constantes, no de algunas letras, sino del obscuro significado que éstas podrían tener.
Táctica y Estrategia. Aunque podrían parecer dos palabras recién salidas de alguna agenda militar con sede en la imponente carpa de algún general, será interesante saber que la planeación de las cosas es de gran ayuda para la realización exitosa de cualquier evento o suceso que pueda ocurrir. Sin ahondar en definiciones propias de alguna enciclopedia podremos analizar uno de los sentimientos que sin duda ha transformado a más de uno en aquel general de aquel cuartel, listo para uno de los enfrentamientos más acérrimos y crueles que el hombre haya conocido, el amor.
El amor es así, el saberse todo poderoso, movido por una extraña fuerza de voluntad y un sinfín de ideas que a la postre parecerían estúpidamente improbables, no es de extrañarse que al enamorado le llamen idiota y quizá no se equivoquen, la estupidez de saberse eterno en los labios de alguien, de poder ser el rey del mundo y de dejar la vergüenza y tantos dilemas morales atrás es sin duda una falta de respeto a la conciencia humana, a todo lo que conocemos.
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